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Hadijatou Mani: una esclava contra un Estado.

“No odio, “sólo quiero paz, que me dejen en paz”.

Hadijatou Mani, una mujer como tú y yo, solo que nació esclava en pleno siglo que nacimos tú y yo, vive en Níger y es la primera ex esclava que ha llevado a su esclavista (propietario) y su Gobierno ante los tribunales.

Esta mujer, apoyada por la ONG local Trimidia y por Anti-Slavery International, recurrió a los tribunales de la Comunidad Económica de los Estados Africanos Occidentales (ECOWAS, en sus siglas en inglés) para forzar a Níger a acabar con la esclavitud.

Mani tenía 12 años cuando fue vendida. La niña no había conocido otra cosa. Sus padres eran también esclavos. La compró El Hadj Souleymane Naroua, un terrateniente local, por 320 euros. “Me vendieron como una cabra”, relató la joven ante un tribunal en la capital, Niamey.

El primer año hacía tareas domésticas y trabajaba en el campo. Fue ahí donde, con 13 años, Naroua la violó por primera vez: “Grité y grité y lloré, pero nadie acudió en mi socorro”. A las violaciones se sumaron los malos tratos: “Me obligaba a desnudarme para pegarme si había algo que él consideraba que hacía mal. Me pegaba cada día”, dijo en un relato sobrio, digno. De los tres hijos que le dio, -“nunca mantuve relaciones consentidas”, aseguró-, viven dos, que están con su padre. Mani se había convertido en una sadaka, una esclava sexual.

En 2003, Níger estableció un código penal más duro con la esclavitud. Naroua se podía enfrentar a 30 años de prisión, lo que Trimidia se encargó de hacerle saber. Amedrentado, Naroua accedió a liberar a Mani, aunque exigió mantenerla como su quinta esposa. Ella se negó. “Ni siquiera recogí mis cosas, salí corriendo a casa de mi madre”. La joven decidió recurrir a los tribunales locales que le dieron la razón: el matrimonio no existía, dado que no hubo consentimiento, ceremonia religiosa o dote.

Su marido recurrió a un tribunal superior que se acogió a la tradición para dictaminar que Mani estaba casada con Naroua. “Una ex esclava está, de hecho, casada con su amo una vez es liberada”, rezaba el fallo. Mientras, la mujer se casó con el hombre que quería y, rizando el rizo, su ex amo la denunció por bígama. Los tribunales le dieron de nuevo la razón, y Mani, su hermano y su marido fueron multados y condenados a seis meses de prisión. Tras recurrir la sentencia, fueron puestos en libertad después de permanecer en la cárcel dos meses.

La esclava que derrotó a Níger o más bien a un estado.
El Gobierno del país africano debió indemnizar con 19.000 euros a Hadijatou Mani por 12 años de servidumbre, violencia sexual y trabajos forzados

Pero si algo ha demostrado Hadijatou en este tiempo es su fuerza, tenacidad y paciencia. Tras salir de prisión, denunció a su antiguo amo y al Estado. Y ganó. En 2008, fue la primera exesclava a la que Níger ha indemnizado (con 19.000 dólares) por no haber cumplido su obligación de luchar contra la esclavitud y protegerla como ciudadana, en una sentencia histórica de la Comunidad Económica de los Estados Africanos Occidentales (ECOWAS). En el país, uno de los más pobres del mundo, hay 43.000 personas esclavizadas, (2008) según Anti-Slavery International.

La tenacidad y su clara visión de sus derechos hicieron de Mani una mujer libre y deja para el mundo unas lindas y profundas palabras “No odio, “sólo quiero paz, que me dejen en paz”.

Datos de varia fuentes: Elpais.com

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