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Lo que dejó mi madre

Lo que dejó mi madre

 

Grecia, era de esas mujeres de sumisión aparente, de las que no soltaba un no, a la ligera y mucho menos un sí, sin pensarlo.

Sus manos, eran fiel imagen de lo que era, delgadas,  para nada robustas y con venas, que tal pareciera que por ellas corría la sangre de un gigante.

Fue su perspectiva de la vida quien me enseñó a poner atención a sus palabras, no su fortaleza, ni sus palabras en sí, si no, su destreza para saber cuándo y cómo usarlas, de la misma forma en que se usa un buen libro o se desdeña una mala compañía.

Su sigilosa inteligencia dejaba ver a plena luz del día la humildad de su bravura.

Con ella aprendí, que no hay que hablar alto para tener razón y ni  rezar en público para que Dios te escuche.

Así de sabía fue mi madre, humilde, callada, fuerte y certera,  aun con las manos vacías supo alimentar de amor y pan a quienes la tuvieron cerca.

Grecia, de pasos rápidos como quien pierde la tarde y capacidad descomunal para el trabajo como quien tiene hambre, supo siempre mantener su mirada   puesta en el futuro, como si no hubiera nacido en los años 20.

Fue su forma de vivir, de asumir la vida, creer que podía generar cambios, aunque consciente estaba, que no sería ella quien los viviera, su fortaleza de espíritu radicaba en eso, en generar cambios para los demás, tenía claro, que 30 años después se lograrían, esa, fue su fortaleza, sembrar las semillas de las buenas uvas, para que gente como yo, madurada con su  vida, pudiendo vivir y disfrutar tiempos mejores.

Así fue mi madre…,  una mujer nacida fuera de tiempo, a cien años de su época e increíblemente ubicada en su tiempo, en su rol, en sus cartas a jugar pero sin dejar de tener la mirada puesta en su futuro, en lo que quería que fueran sus hijas, con esa negación constante a dimitir sus sueños, a ser mujer de empresa, mujer totalmente independiente, cargando con la responsabilidad de adentrarse a soñar, pagando el precio no de vivir, pero si, de dejar un camino abierto con señales bien marcadas de la ruta que como regalo dejó para sus hijas.

 

Escrito por Verónica Galla.

11 de febrero 2018

5:12 PM

Del libro reflexiones.

 

 

 

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