El dicho solía decir: “Tome dos aspirinas y llame por la mañana” pero muchas personas recurren al Ibuprofeno para aliviar la inflamación, el dolor y la fiebre. Este fármaco anti-inflamatorio no esteroide (AINE), disponible tanto para venta libre como con receta médica, se utiliza comúnmente para tratar la artritis, síntomas menstruales, dolor de cabeza, dolor y malestar general, y diversas condiciones inflamatorias.
Los efectos secundarios de Ibuprofeno.
Aunque muchas personas piensan en el ibuprofeno como bastante benigno, éste se asocia con un mayor riesgo de problemas de corazón y circulación, como el accidente cerebrovascular y ataque cardiaco, así como problemas gastrointestinales, como sangrado o perforación del estómago o el tracto intestinal. Estos riesgos aumentan cuanto más tiempo se toma el medicamento, aunque la longitud de tiempo que afecta a cualquier persona varía dependiendo de su estado general de salud, el uso de otros medicamentos, la edad y otros factores.
Alternativas naturales a Ibuprofeno.
Muchos estudios se han realizado en diversos analgésicos naturales y anti-inflamatorios que pueden ser utilizados como alternativas al Ibuprofeno. En general, tienen pocos o ningún efectos secundarios. Aquí están algunos que puedes desear considerar. Siempre debes consultar a un profesional de la salud bien informado antes de comenzar un nuevo programa de tratamiento.
Boswellia:
Este remedio antiinflamatorio proviene del árbol Boswellia serrata que crece en la India. Las propiedades anti-inflamatorias de Boswellia se atribuyen a los ácidos de boswellia que contiene. Estos ácidos mejoran el flujo de sangre a las articulaciones y evitan que las células blancas inflamatorias entren en el tejido dañado. También conocido como “incienso indio”.
La Capsaicina:
El componente activo del chile, la capsaicina, se utiliza a menudo por vía tópica a los nervios, músculos y dolor en las articulaciones. Funciona al interferir con la sustancia P, un producto químico que ayuda a transmitir las señales de dolor al cerebro.
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La Uña de gato:
Uncaria tomentosa también conocida como uña de gato, crece en América del Sur. Contiene un agente anti-inflamatorio que bloquea la producción de la hormona prostaglandina, lo que contribuye a la inflamación y el dolor.
La Curcumina: Curcuma
La Curcumina es un componente de la hierba cúrcuma, y es un analgésico potente que puede bloquear las proteínas en el cuerpo que causan la inflamación y también detiene el neurotransmisor llamado sustancia P de enviar el mensaje de dolor al cerebro. Los estudios muestran que la curcumina es eficaz en el alivio del dolor crónico de la artritis reumatoide. Una dosis sugerida es de 400 a 600 mg de curcumina tomado tres veces al día para el dolor y la inflamación.
Ácidos grasos Omega-3:
Los ácidos grasos omega-3, tienen propiedades anti-inflamatorias que han demostrado ser beneficiosas para las personas que sufren de artritis, otras enfermedades inflamatorias articulares y enfermedades inflamatorias del intestino. El Omega-3 también reduce el riesgo cardiovascular, lo que es especialmente útil para las personas con artritis reumatoide, lo que conlleva un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. La dosis recomendada de ácidos grasos omega-3 como el aceite de pescado es de 1.000 mg al día.
Corteza de Sauce blanco:
Esta hierba es el precursor de la aspirina. Contiene salicina, que se convierte en ácido salicílico en el estómago. La corteza de sauce blanco es mucho menos irritante para el estómago que la droga sintética aspirina, mientras que trabaja para aliviar el dolor, la inflamación y la fiebre. Una dosis sugerida es de 1 a 2 goteros de tintura de corteza de sauce blanco al día.
F: vida lúcida