Un fenómeno muy común en estos tiempos de acercamiento del mundo, son los cambios que enfrentamos los seres humanos, bien sea por voluntad propia, o por circunstancias de fuerza mayor. Cambios a veces tan rápidos y drásticos que nos sitúan en ámbitos inesperados y desconocidos. Muy frecuentemente vemos cómo una oportunidad de empleo, negocios, estudios o reunificación familiar, mueve a una persona o familia completa a una ciudad o país diferente, donde nos esperan otras costumbres, personas, clima y hasta idioma distinto. Simplemente viviremos otra vida. Cualquier situación migratoria obligará a la o las personas involucradas a una nueva vida.
De un día al otro, puede ocurrir “un evento que nos cambie la vida” entonces, experimentamos una nueva vida, miramos a nuestro alrededor y las circunstancias pueden haber cambiado, las personas que nos rodean puede que ya no sean las mismas, a veces el mismo entorno familiar también cambió. Un matrimonio, divorcio, nacimiento, fallecimiento, encarcelamiento, un flamante empleo, una guerra o la fortuna por herencia o juegos de azar, sólo para mencionar algunas circunstancias, indudablemente conllevan a una nueva vida.
Lo que llamamos diferentes etapas, son vidas dentro de nuestro camino de vida, porque cada una de ellas no es sólo un reto, nos coloca en un escenario diferente, con personajes diferentes, donde tendremos que ser productor, guionista y protagonista. Tendremos que enfrentar los riesgos naturales de vida como enfermedad, preocupaciones, carencias, ajustes sociales de todo tipo. Tendremos que utilizar nuestras habilidades cognitivas, aptitudes y actitud frente a imprevistos, hacer uso de cuantas herramientas tengamos a disposición para, como el camaleón, adaptarnos a esa nueva vida.
Lo más admirable del ser humano es esa capacidad de sobrevivencia, la capacidad de lucha contra la adversidad, para no perder sus sueños, sus esperanzas, buscando realizar sus intereses, sea riqueza, libertad, amor, desarrollo profesional. Esa capacidad para salvaguardar y tratar de equilibrar su vida psíquica, emocional y hasta espiritual, no importa cuántas veces enfrentemos una nueva vida.
L. Cedeño S.