He pasado tanto trabajo, que ya todo me hace feliz.
Aceptar que tu parte divina es más poderosa que todo el daño que otros puedan tratar de hacerte y sobre todo algo muy budista…. “aceptar que todo fue como debió de ser, que la forma en que paso era lo mejor para todos” eso da mucha tranquilidad.
Cuando aceptas la mano divina en todo lo que sucede en tu vida, muchas cosas dejan de doler.
Y continuo aprendiendo. Lastima que a veces duele tanto.
Por Verónica Galla, Del libro Reflexiones.
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