Nada es mayor enemigo de obtener algo mejor, que acostumbrarnos a lo “Bueno”. Y cuando hablo de obtener me refiero tanto a cosas tangibles como a no tangibles. Cuando alcanzas el estatus “Bueno” de algo, es inevitable que te sientas tentado a mantener esa posición y acomodarte en ella, después de todo, lo bueno es bueno y por tanto es aceptable. Sin embargo esta posición puede convertirse en una barrera que te impida mejorar y perfeccionar lo que haces, lo que tienes y lo que has ganado.
Conformarte con lo bueno te puede llevar por el camino más primitivo que puede recorrer un ser humano, el camino de la mediocridad. John Maxwell en su libro “Vive tu Sueño” define la Mediocridad como “un rasgo personal, una concesión de aceptar menos que lo mejor, una reasignación letárgica de un individuo que dice “supongo que lo que apenas está bien, está bien”. También explica que la mediocridad hace metástasis en todo el cuerpo y que este fatal rasgo empieza en el corazón de cada individuo.
“El instante en el cual te conformas con recibir menos de lo que mereces, recibes menos aun de aquello con lo que te habías conformado” Maureen Dowd, Columnista del New York Times.
Muchas veces en cualquier circunstancia de nuestras vidas y aspecto nos acomodamos sin darnos cuenta que por un poco mas de entrega nuestra, podremos lograr resultados mucho mejores de lo que actualmente estamos logrando.
Pero como saber cuan cerca estas de la conformidad y cómo puedes evadir el camino de la mediocridad? A continuación cito 12 puntos que te permitirán identificar donde estas en relación a la anterior pregunta, si respondes positivamente a alguna de las siguientes afirmaciones, te sugiero que empieces a evaluarte y trazar una estrategia de cambio que te permita ir más allá de tus propias capacidades
En el área Profesional
1. Crees que todo lo has visto y aprendido y nadie puede enseñarte nada.
2. Dentro de la organización que trabajas, entiendes que no hay lugar para tu potencial. Ya creciste lo que ibas a crecer.
3. Sentimiento de confort, estas cómodo en tu trabajo, te gusta tu horario, escritorio, compañeros, etc. y no quieres que nada cambie.
4. Te asusta la idea de hacer algo diferente.
En el área Familiar
5. No estás al tanto de los retos y éxitos de tus seres queridos, incluyendo a tu pareja. No conoces que los motiva e inspira.
6. Crees que la comunicación que tienes con ellos (tus familiares) es fluida, constante y buena, sin embargo respondiste afirmativamente el punto anterior.
7. Te encuentras de repente en la presentación artística de alguno de tus hijos, pero ni te enteraste cuando estuvieron ensayando.
En el área Personal
8. No tienes un sueño por el cual luchar, trabajar, que te inspire y motive.
9. Desististe de luchar por el sueño que anhelabas.
10. Te embargó la desilusión.
11. Te sientes cómodo en el plano actual y general de tu vida, y no quiere ir mas allá de donde estas.
12. Te cansaste de luchar, ya no tienes energía para invertir más esfuerzo.
Si en algunas de las anteriores puntos afirmaste positivamente, no puedo decirte que es grave, en cambio si te animo a seguir evaluandote, a que continues tu búsqueda de herramientas que te permitan crecer, dar lo mejor de ti y destacarte.
Las primeras limitaciones que debes enfrentar son las que por cuentas propias te creas.
Trabaja, esfuérzate, se tu propio termómetro e incluye a otros en tus evaluaciones periódicas. No te conformes con lo bueno, esfuérzate por obtener resultados mejores y excepcionales, pero no olvides hacerlo en todos los aspectos de tu vida, manteniendo un sano equilibrio.
Exitos!
Yessica Suero
