Esta mañana mientras salía de mi hogar y cerraba el portón de mi casa, con mi malestar respiratorio a primera orden del día, un caballero me dijo, “Que tenga un día tan hermoso como usted”.
Es increíble como una palabra agradable puede mejorar nuestros días, todo nuestro malestar.
Todo podemos ser ángeles en la vida de los demás, que con un solo gesto, con una sola palabra podemos cambiar sus vidas.
Por Verónica Galla