Tu alma conoce la geografía de tu destino. Solo ella tiene el mapa de tu futuro; por eso puedes confiar en este aspecto del yo. Si lo haces, te llevará donde quieres ir; más aún, te enseñará un ritmo benigno para tu viaje. Este arte del ser no conoce principios generales; la impronta de este viaje singular está grabada profundamente en tu alma. Si te ocupas de tu verdadero yo, y tratas de acceder a tu propia presencia, hallarás el ritmo exacto de tu vida.
Los sentidos son caminos generosos para llegar a tu casa. Si prestas atención a tus sentidos, podrás alcanzar una renovación, más aún, una transfiguración total de tu vida. Tus sentidos son los guías para llegar a lo más profundo del mundo interior de tu corazón.
La piel humana es porosa; el mundo fluye a través de ti. Tus sentidos son los poros enormes que permiten que entre el mundo en ti. Si estás en sintonía con la sabiduría de tus sentidos, jamás serás un exiliado en tu propia vida, un forastero perdido en un lugar espiritual exterior construido por tu voluntad y tu intelecto.
Anam Cara
John O’Donohue