Una infancia con responsabilidades de adulto.

Todo niño pasa su niñez pensando en que su vida será un cuento mágico, casi todos los niños pasan sus días jugando, van a la escuela, juegan suenan cosas bonitas. Los niños juegan a ser grandes héroes para salvar al mundo, las niñas con ser princesas y encontrar al príncipe azul. Que linda  etapa donde se supone que no debes preocuparte por nada solo por disfrutar esa corta pero inolvidable época.

Pero en el caso de mis hermanos y yo no fue así.  Teníamos que pasar la gran parte del tiempo dedicados a los que aceres del hogar . Muchos dirán que es bueno poner responsabilidades en los hombros de los niños como limpiar el cuarto, ordenar sus juguetes, tareas fáciles para los niños; Para mis hermanos y yo no solo era limpiar el cuarto y ordenar juguetes teníamos que hacer todo prácticamente.

Crecer con una madre enferma no te permite ser un niño normal especialmente cuando en tu cultura la mujer es criada para los que aceres del hogar.

A mi madre le diagnosticaron con epilepsia cuando tenia 19 años ya mi hermano había nacido. En su familia nunca indagaron mas de la enfermedad y mi madre no contaba con los recursos  para hacerlo por su cuenta.

Bueno, se caso con mi padre, años después nací yo y un año mas tarde mi hermana , yo como mayor que mi hermana fui haciendo las cosas que mi madre no podía hacer pues mami pasaba mas tiempo en el hospital que en casa, veía a mi madre casi morir cada vez que convulsionaba.

Así dejando de lado las muñecas y los juegos de mi infancia tome responsabilidades de adulto siendo una niña de siete años.

Siendo tan pequeña aprendí a preparar la comida  para mis hermanos pues mi hermano y papa llegaban al medio día a almorzar, papi llegaba del trabajo y mi hermano de la escuela.

Esa era la rutina mantener todo limpio y dejar todo limpio antes irme a la escuela a la una tarde. Los  sábados  lavar la ropa de todos y lavar las ventanas.  Para cuando cumplí los 12 años ya no pensaba como niña mas bien pensaba en hacer  mas cosas de la casa para que mami no se enfermara, no se en que momento deje de lado la niñez y pensaba mas como madre y enfermera que como niña pues consiente o inconscientemente estaba pendiente de todos los medicamentos que mami tomaba  también era como un tipo raro de psicóloga pues protegía a mis hermanos, no aceptaba que nadie hablara mal de ellos y mucho menos que intentara maltratarlos.

Así crecí sin darme cuenta.

La salud de mi madre empezó a mejorar y por una vez en muchos años sentí que ya mi madre no moriría.

Viví una infancia con responsabilidades de un adulto, todo era mas difícil de lo que se supone que debería ser, pero hoy doy gracias a Dios  por que logre sobrevivir y soy una mujer fuerte capaz de ver lo positivo en cualquier situación.

Hoy tengo dos hijos y me aseguro de que disfruten de su niñez y si se preguntan si  tienen responsabilidades, pues si ordenar su cuarto y sus juguetes y algunos quehaceres de la casa pero trato de que sea divertido.

Autora: Mildri Esther Rodríguez Vásquez

San Felipe De Puerto Plata República Dominicana.

Ganadora de mención  en el Concurso Historia de Mujer, Patrocinado por MujerContigo.com