Texto: Florencia Pessarini
Hay una gran diferencia entre una figura materna que falla de vez en cuando y una que logra influir negativamente en nuestro desarrollo como adultos con cada pregunta o comentario. Si cada momento que pasas con tu madre termina en una gran discusión o ella siempre logra generarte sentimientos de baja autoestima, culpa, enojo o impotencia, probablemente la tuya sea una madre difícil. Afortunadamente, existen herramientas que pueden ayudarnos a manejar nuestro vínculo sin recaer en la práctica inútil de querer cambiarla. ¿Necesitas algunos consejos? ¡Continúa leyendo!
Una relación “normal”
En la relación con nuestra madre se genera, desde nuestros primeros días de vida, el primer vestigio de autoconsciencia, explica la psicóloga Terry Apter en la revista Psychology Today. A través del vínculo materno, comenzamos a aprender quiénes somos.
Pero ese proceso solo continúa sanamente si nuestra madre deja que nos desarrollemos como personas con independencia de pensamientos y sentimientos.
Una madre tóxica
En cambio, si tu madre utiliza permanentemente tu necesidad de aprobación para controlarte o manipularte, podría afectar tu autoestima o, incluso, hacer que te tortures con el afán de no parecerte a ella.
Este comportamiento de su parte puede responder a una cantidad infinita de razones. Puede que tu madre se sienta sola, que esté atravesando por un duelo difícil, o que realmente sufra de algún problema de salud física o mental, como expone la psicóloga y consejera familiar Marie Hartwell-Walker en el sitio Psych Central.
Incluso, puede que tú tengas parte de la culpa. Por eso, el primer paso para manejar el vínculo con tu madre es dedicar un minuto al análisis. ¿Son sus reclamos legítimos? ¿Su actitud hacia ti es algo reciente? ¿Qué pudo haber cambiado para que ella se esté comportando así? ¿Es posible esperar un cambio de su parte? Si la respuesta es un rotundo no, te damos una noticia: tú eres la única que puede hacer algo al respecto.
La psicóloga clínica Maria L. Valcourt Rodriguez nos da algunas claves para que sepas por qué te pareces a tu madre:
Algunos consejos para lidiar con una madre tóxica
– No dejes que la ira se apodere de ti. No solo no ayudará en nada, sino que te impedirá ver si tienes una parte de la responsabilidad en lo que está sucediendo entre ustedes, explicaHartwell-Walker.
– Acepta su forma de ser. Si ella no se siente motivada para buscar ayuda, tú no podrás hacerla cambiar. Pero sí puedes modificar tu reacción hacia su actitud, explica la psicóloga Marisa Peer en la revista británica Psychologies. ¿Tu madre critica todo lo que haces? Si realmente estás convencida de estar en lo correcto, simplemente agradécele el aporte y cambia de tema.
– Rodéate de gente que te brinde lo que ella no puede darte. Valora a quienes te escuchan cuando dices lo que piensas y te ayudan a identificar qué es lo que realmente quieres, recomienda Apter. Eso te recordará que tu vínculo con los otros puede ser distinto al que has establecido con tu madre. No caigas en la trampa de establecer relaciones complicadas solo porque te resultan “familiares”.
– Reconoce cuando has tenido suficiente. Si tu madre está afectando tu salud física o mental, puede que sea necesario interrumpir el contacto cara a cara, indica Peer. Otra opción menos drástica es limitar los momentos y lugares en los que la vemos. En un restaurante, por ejemplo, no solo te será más fácil escapar, sino que ella se sentirá menos propensa a armar un escándalo.
Y tú, ¿tienes una madre difícil? Cuéntanos cómo lidias con ella.
Fuente: https://es-us.mujer.yahoo.com