Luchar contra los problemas de corazón es posible. Tan sólo hay que modificar algunos hábitos en nuestra rutina diaria y tener en cuenta que prevenir hoy supone disfrutar de buena salud mañana. Lea qué le daña y cómo prevenir la enfermedad.
Hay varios tipos de colesterol, principalmente se encuentran el colesterol LDL (siglas en inglés de lipoproteína de baja densidad) y colesterol HDL (siglas en inglés de lipoproteína de alta densidad).
Existen dos vías de entrada del colesterol, una es la fabricación por el propio organismo y otra, los alimentos. Generalmente el cuerpo humano produce la cantidad de colesterol que necesita, por lo que su consumo a través de la dieta no sería necesario. El cuerpo genera normalmente unos mil miligramos por día. De 400 a 500mg (o más) pueden venir directamente de la alimentación.
El colesterol es un alcohol esteroideo liposoluble. Está distribuido por todo el organismo, especialmente en la bilis, sangre, tejido cerebral, hígado, riñones, glándulas suprarrenales y en las vainas de mielina de las fibras nerviosas. Entre otras funciones, facilita la absorción y el transporte de los ácidos grasos y actúa como precursor en la producción de vitamina D en la superficie de la piel así como en la síntesis de algunas hormonas esteroideas.
Colesterol bueno, colesterol malo:
El colesterol LDL es el que se encuentra en mayor proporción en la sangre. Si hay demasiado circulando por el torrente sanguíneo es peligroso porque se va depositando en la pared arterial y junto con otras sustancias puede ir formando placas de ateroma. Es lo que se conoce como aterosclerosis.
Un cúmulo de ateroma puede obstruir una arteria y dejar sin riego sanguíneo una parte del organismo produciendo desde una trombosis a un infarto de miocardio, según donde se origine el trombo.
El colesterol HDL tiene un efecto protector, pues se encarga de transportar el exceso de colesterol desde la sangre hasta el hígado. Una vez en este órgano, es eliminado o utilizado para producir otros compuestos del organismo. Cuanto más elevada es la cantidad de HDL menor es el riesgo de padecer enfermedades coronaria.
Otra sustancia que también hay que tener en cuenta son los triglicéridos que están compuestos por un ácido graso y glicerol. Se sintetizan a partir de la mayoría de las grasas animales y vegetales y unidos a proteínas, forman las lipoproteínas de alta y baja densidad.
Un nivel elevado de colesterol LDL constituye un alto riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, por esto se le llama ‘colesterol malo’. El ‘colesterol bueno’ el HDL al retrasar el crecimiento de las placas de ateroma y ayudar a la eliminación del nivel de colesterol en sangre, previene las patologías cardiovasculares.
El colesterol bueno (HDL) sería como el desatascador que arrastra el tapón de suciedad (‘colesterol malo’) que obstruye la cañería y no deja circular el agua que se necesita para que funcione bien un hogar. El aumento de triglicéridos también es perjudicial, aunque generan menos ateromas que el colesterol LDL, combinados con una baja cantidad de HDL se aumenta la probabilidad de desarrollar aterosclerosis.
Los alimentos animales que lo contienen son especialmente: la yema de los huevos, carnes, pescados, productos lácteos enteros, vísceras, embutidos, etc. Los alimentos de origen vegetal no contienen colesterol, incluso algunos alimentos (el aceite de oliva) ayudan a reducir sus niveles. El excesivo incremento de colesterol y triglicéridos en sangre puede ser producido por enfermedades hereditarias aunque en muchos casos la causa es desconocida.