Mantener relaciones sexuales sanas ayudan al organismo a mantenerse joven, además de que emocional y sicológicamente contribuyen a mejorar la autoestima
Que el sexo es para jóvenes, que si ya no puedes, que es normal que ya no tengas ganas, que mejor te abstienes porque ya no tienes buen cuerpo, que el sexo después de los 50 es una ridiculez… son algunas ideas que hacen que detengamos nuestra vida sexual cuando creemos que la edad es importante para disfrutarlo y esto a veces pasa desde los tardes treintas o el inicio de los 40’s.
Dentro de las muchas ideas erradas sobre la sexualidad, ésta es la que sepulta nuestro líbido cuando creemos que ya no estamos en edad de gozarlo. Está demostrado que las relaciones sexuales ayudan a “rejuvenecer” a las personas, ya que no sólo se trata de desfogar nuestros instintos, como mucha gente cree, sino que es parte de nuestra plenitud y de la salud.
Aceptar que el sexo no es mero instinto, es uno de los aprendizajes de la vida, debemos saber que es una forma de expresar nuestro erotismo, el cual nos acompañará hasta el fin de nuestros días, lo que no significa que estemos obligados a tener coitos a diario.
Una de las particularidades que tiene la relación sexual es que nos permite expresar confianza, aceptación y sentimientos como el amor, mientras más vivimos estas experiencias, la autoestima suele ser más sana y esto es fundamental a cualquier edad; además, físicamente nos ayuda a mantener un mejor estado de salud, ya que la actividad sexual es una manera de ejercitar el cuerpo y de activar nuestro sistema cardiovascular.
Las personas sexualmente sanas, a mayor edad no sólo disfrutan del coito sino que saben que hay opciones placenteras y satisfactorias más allá de la penetración; el sexo oral, la masturbación, la prolongación de las caricias, besos y abrazos son también actividades placenteras que ayudan a disfrutar la sexualidad.
Un adulto que goza del placer y de la sexualidad tiene mayor energía y actitud positiva ante la vida, proyecta, planea, actúa seguro y determinado en lo que quiere y esto es lo que le permite “rejuvenecer”, deja del lado las ideas depresivas, la actitud pesimista y la soledad.
Físicamente, es cierto que los genitales dejan de responder como en la juventud, pero la frecuencia de las penetraciones, aunque se espacia, deja lugar a juegos eróticos diferentes lo que invita nuevamente a poner en acción la creatividad e imaginación. El ser humano que deja de crear e imaginar deja de darse recursos para conseguir sus satisfactores; el sexo no es la excepción, cada etapa de la vida plantea nuevas formas que debemos descubrir, combinar o reintentar para cubrir esta necesidad afectiva y energética.
Se ha descubierto que el sexo contribuye al buen estado físico. Los especialistas concluyen que una sesión sexual puede equipararse con hacer ejercicio 20 minutos, ya que es una actividad anaeróbica.
No se requiere una pareja para gozar del sexo en la madurez, el autoerotismo es otra opción para disfrutar la energía sexual.
Tarea Kamasutra
A pesar de que El Kamasutra expica 64 posturas sexuales, estas no son las únicas y el autor lo sabe, tan es así que invita a los amantes a probar las que pueden ser típicas de otras regiones.
Una que no está en el libro, pero que visualmente es muy provocativa, es la conocida en occidente como la reina del muslo.
El hombre debe recostarse boca arriba, con una pierna extendida y la otra flexionada. La mujer se sienta a horcajadas sobre él, y se coloca de lado y dándole ligeramente la espalda. Ella se sujeta a su rodilla y suavemente se desliza sobre el pene.
En esta postura, el estómago de ella estará prácticamente pegado a la rodilla flexionada, la cual se usa para apoyarse y darse impulso moviéndose de delante hacia atrás y de arriba a abajo.
Lo mejor de esta posición es que el balanceo y las continuas embestidas propiciarán una placentera escalada de placer que se acentúa por la vista.
Una forma de hacer que él se excite aún más es rodeando las piernas con las manos y dándole un estimulante masaje en los muslos.
Esta caricia en la parte alta de las piernas puede ser paseando las manos desde la rodilla hasta la ingle poniendo cierta presión que contraste con el de la penetración.