“El primer síntoma de que estamos matando nuestros sueños es la falta de tiempo;
El segundo síntoma de la muerte de nuestros sueños son nuestras certezas;
El tercer síntoma de la muerte de nuestros sueños es la paz. La vida pasa a ser una tarde de domingo, sin pedirnos cosas importantes y sin exigirnos más de lo que queremos dar. Pero, en verdad, en lo íntimo de nuestro corazón, sabemos que lo que ocurrió fué que renunciamos a luchar por nuestros sueños”.
-Paulo Coelho, “El Peregrino de Compostela”