Todas sabemos lo importante que es vestir ropa y calzado cómodos para hacer deporte, que no interfieran con nuestros movimientos o la circulación sanguínea, que nos protejan de lesiones y del sol, si es una actividad al aire libre. Estamos tan concienciadas, que me resulta sorprendente ver lo poco que nos preocupamos de elegir un sujetador o sostén apropiados para practicar deportes.
La forma de los pechos depende por completo de sus soportes: unos ligamentos y el tejido del tórax sobre el que se apoyan, por un lado y la piel que los recubre por el otro. Así que como veis no es mucho lo que podemos ejercitar para mantenerlos en buena posición. La única receta es la prevención.
Cuando hacemos deporte, los pechos están sujetos a mucho más movimiento. Todos los saltos, carreras, movimientos bruscos producen oscilaciones y desplazamientos que con el paso del tiempo dejarán nuestros pechos caídos. Por eso debemos usar un buen sujetador deportivo, capaz de amortiguar y mantener el pecho en su sitio, evitando tirones o sobreesfuerzo de la piel tan delicada que los recubre o los ligamentos que los sostienen.
Uno de los factores a considerar a la hora de decidirse por un sujetador es que no todos los deportes tienen el mismo impacto: no es lo mismo hacer yoga que equitación. Todos los deportes con saltos y movimientos bruscos deben ser considerados de alto impacto, mientras que cosas como gimnasia, yoga, caminata rápida, son deportes de impacto medio o bajo.
Por supuesto, es importantísimo considerar el tamaño del pecho. Hay sujetadores deportivos que protegen por compresión, simplemente apretando el pecho contra el cuerpo, mientras que hay otros por recogimiento, que los envuelven, separan y sujetan sin apretar. Los primeros son más adecuados para mujeres con pechos pequeños y medianos, mientras que los segundos son más apropiados quienes tienen mucho pecho.
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