Aférrate a la vida no importa que tan incierta la veas, ella no se creó para entenderla, solo para vivirla.
Quien invento la existencia nunca entrego un manual, solo te la dieron para que la amaras, la respetaras y te aferraras a ella.
La noche no se concibió para analizar su oscuridad, solo se concibió para admirar las estrellas y comprendieras que tan grande es su belleza y que tan lejos puedes llegar.
Aun cuando pienses que no tiene sentido seguir, veras que sigue habiendo un camino, quizás no a tu medida, pero un camino no es más que un jardín el cual deberás sembrar, limpiar, cultivar y muchas veces sencillamente claudicar y cambiar de terreno no por cobardía sino por inteligencia.
Aférrate a la vida y no renuncies ya que es lo único verdaderamente tuyo, no posees en realidad más nada en esta existencia, ya que sin ella entregas de forma espontánea todas las pertenencias que un día creíste tener a un mundo que nunca más podrán ver tus ojos, por eso aférrate a la vida anda por el camino y persigue una meta no importa a quienes les importa, basta que a ti te hilvane la calzada con la melodía de saberte útil y de saberte tuya.
Lo demás y los demás, siguen siendo elementos decorativos, que según su belleza deberás liarlo a tu vida o con dolor o con tristeza abrirle las puertas del nunca jamás; aférrate a la vida, la vida buena, la que te permite tomarte un café sin la pena de la soledad, por no estar en compañía, o porque temes el precio que pagarás por él.
De modo que este es un buen momento para higienizar tu jardín, sal, anda, corre, gatea…pero aférrate a la vida.
Verónica Galla
Del libro reflexiones.
Instagram @Vegallas
5 de octubre 2014.