Irónicamente la felicidad no viene de recibir, para tener y luego agradecer.
La felicidad viene de aprender a sentir este estado de agradecimiento que tanta felicidad nos provee.
Parece tonto pero si, así funciona.
Cuando hacemos el ejercicio constante de agradecer lo poco o lo simple que tenemos, empezamos a sentir esa sensación de plenitud que todos queremos.
Esto sucede porque cambiamos la energía con que vemos las cosas, cambiamos la energía de escasez que circula en nuestras vidas.
Ejemplo:
1. Agradece por haber amanecido un día más.
2. Agradece porque el café estaba caliente.
3. Agradece porque tienes trabajo.
4. Agradece porque en tu jardín hay una nueva rosa.
5. Agradece por la sonrisa de tus hijos
6. Agradece porque el sol salió.
7. Agradece porque encontraste estacionamiento.
Si te dispones, encontrarás un millón de razones por las cuales dar gracias, esto te hará sentir un ser con muchas cosas buenas por las cuales ser feliz y agradecido.
Esta energía te hará sentir pleno, te hará sentir que vives en un mundo mucho mejor.
Parece tonto, pero es una programación de felicidad que te haces a ti mismo.
Inténtalo y ya verás como la vida te sonríe.
¿ y tu, qué agradeces?
Les dejo un abrazo eterno Verónica Galla @vegallas .
Del libro, Mi vida, mi energía, mi vibración.