En el anterior post sobre dependencia emocional, no hablamos de las causas de ésta, por lo que las abordaremos en el presente trabajo, ya que son un punto esencial a la hora de entender las relaciones tóxicas y de trabajar en consulta.
· Si te paras a pensar por unos instantes en el perfil de persona con dependencia emocional, seguramente caigas en la cuenta de que hay más de una causa que la produce, y que la gran mayoría están relacionadas con la infancia, la educación, los primeros años de vida, el entorno…¿conoces a alguien que sufra dependencia emocional? Piensa en su infancia. ¿Te viene a la cabeza algún motivo que encaja con esta problemática? A continuación te voy a dar algunos ejemplos de situaciones que dan lugar a dependencia emocional cuando la persona es adulta (no solamente de niño, aunque esto se arrastre desde pequeño):
Padre alcohólico o con problemas (en menor porcentaje madres), frío, distante, emocionalmente inaccesible. Esto da lugar a relaciones familiares complicadas, ambivalentes (amor-odio), tensión familiar… No necesariamente estamos hablando de maltrato, abusos sexuales u otras negligencias.
· No sentirse querido y protegido desde la niñez, y tener que “sacarse las castañas del fuego”. De mayor esta persona es muy probable que muestre esa necesidad, esa falta de amor, de manera exagerada, dando lugar a la dependencia.
· Asumir roles de adulto, luchar por salir adelante en lugar de disfrutar de una infancia tranquila, cálida y protectora. “No poder ser un niño”.
· Renunciar a sus necesidades y deseos debido a enfermedad de familiares u otras situaciones en las que el niño tiene que pasar a un segundo plano, de forma consciente o inconsciente. Cuando crece, la persona piensa que sus necesidades, gustos, preferencias y deseos no importan, por lo que intentará complacer siempre a los demás, y relegarse a ocupar un segundo plano, anteponiendo las necesidades de los demás a las suyas propias. En psicología esto se conoce como: “excesivo rol de cuidador”.
· Excesiva aprobación de los demás: esto se debe a la búsqueda de atención que tuvo que practicar para que le hicieran caso, en la que el niño/a se esforzaba por hacer cosas bien para que le felicitasen y le prestasen atención.
· Hogares disfuncionales en la infancia, que no satisfacen las necesidades emocionales, por lo que no desarrolla una vida emocional sana. Estas necesidades insatisfechas hacen que cuando crece, la persona al haber recibido poco, necesita dar y recibir mucho a nivel emocional, son personas a las que “les falta cariño”.
· Cuando encuentran a personas “emocionalmente inaccesibles” (que le recuerdan a patrones que conoció en su infancia), intentan cambiar sus vidas, “salvarlas”. Por ejemplo a personas con adicciones o problemas varios. Esto hace que se junten sus problemas emocionales, con los que la otra persona seguramente también padezca.
· Haber vivido muchos problemas desde pequeño. Esto genera la idea de “no merezco ser feliz y tengo que ganármelo”. En dependencia emocional esto lo podemos identificar en la sumisión, en “consentir” todo para evitar el abandono, ya que sufrir es una manera de “merecerse la felicidad”. Son personas adictas a las relaciones y al dolor, ya que son los patrones que han visto desde edades tempranas.
· Al no haber recibido todo el cariño que necesitaban se sienten vacíos, sin valor, no se quieren, no se aguantan, no soportan su vida. Por este motivo, buscan a personas problemáticas para así evitar pensar en sus problemas (y muchísimo menos asumirlos, hacerles frente y cambiar). Se resignan, y asumen que siempre van a ser infelices.
· Debido a la tristeza, carencias emocionales y otros problemas que han sufrido desde pequeñas, las personas con dependencia emocional son muy vulnerables a la depresión, por ello buscan “excesiva excitación” (cosas que las activen) para evitar sentirse mal. Las relaciones de pareja “normales”, les resultan aburridas, debido a la estabilidad que esto puede proporcionarles, por lo que, inconscientemente buscan esa inestabilidad, esos problemas, ese tipo de gente y ese sufrimiento a los que se han acostumbrado.
· Debido a la falta de control de la situación durante su infancia, las personas que sufren de dependencia emocional, tienen una necesidad excesiva de controlar todo (celos, rabietas…). Además buscan ser útiles, para así conseguir que la gente no se aleje de ellos.
· Al haberse sentido solas, desprotegidas durante la infancia, estas personas presentan ansiedad ante la separación, temor al abandono a la ruptura, por lo que aceptarán hacer casi cualquier cosa para mantener a su pareja con ella. Tienen un excesivo miedo a la soledad, ya que saben lo doloroso que fue en su momento (y no lo ven desde la perspectiva de un adulto, en la que la soledad es necesaria e incluso productiva para el bienestar emocional, para conocerse a uno mismo, para quererse, mimarse y dedicar tiempo a hacer lo que a uno realmente le apetece).
Con todo lo explicado anteriormente, podrás entender cómo empieza a gestarse la dependencia emocional desde la infancia, y qué es lo que lleva a estas personas a mantener estos patrones e incluso llevarlos cada vez a más, con el sufrimiento que esto les proporciona. Comprenderás también que no es casualidad que tengan una relación tóxica tras otra.
En consulta se puede trabajar para que la persona aprenda a quererse a sí misma, a sentirse autosuficiente, a llenarse ella sin necesidad de la aprobación de los demás (como única fuente de autoestima), a pensar más en uno mismo…en definitiva, a no ser esa media naranja que anda buscando a otra media (ya que valemos por nosotros mismos), si no a ser esa naranja entera, que busca esa otra naranja entera que le aporta felicidad, junto a otras frutas (familia, amigos, trabajo…) en la macedonia de su vida.
Muchas gracias por leerme. ¡
Por Yolanda Belenguer Llopis
Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual (AEPCCC)