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Dependencia emocional, la sufres? confirmalo aqui.

Al hablar de dependencia emocional, debemos definir varios conceptos clave:

Dependencia emocional: necesidad afectiva extrema hacia la pareja. Conlleva sumisión, pensamientos obsesivos, miedo intenso al abandono, etc. La persona con dependencia emocional concibe su vida al lado de la pareja, a quien idealiza, y llega a considerar el sentido de su vida, con todo lo que esto supone.

Dependencia instrumental: consiste en depender de otros para poder decidir, tener autoestima e incluso a nivel económico.
Dependencia atípica: hay dos tipos:

Dependencia emocional con oscilación vinculatoria: es algo pasajero, la persona se entrega y llega a depender de su pareja, pero tras la ruptura, se niega al amor, se desvincula rápido de la ex pareja y tarda tiempo en rehacer su vida, no por estar mal, si no por preferir estar solo.

Dependencia dominante: es algo más estable, se trata de personas desconfiadas, posesivas y celosas, que buscan ejercer control sobre la pareja. Al juntarse con una mujer con dependencia emocional es como si “se juntase el hambre con las ganas de comer”, ya que se complementan (excesiva necesidad de otro por una parte y excesiva necesidad de dominar al otro, por la otra).

Codependencia: relación desadaptativa que una persona mantiene con otra persona con problemas (como puede ser una adicción, por ejemplo: alcohólico) y se preocupa más por el problema que el propio enfermo, asumiendo en exceso el rol de cuidador.

A continuación definiremos el perfil de las personas con dependencia emocional:

Principalmente se da en mujeres (este hecho se ve favorecido tanto por el carácter, como por la cultura, y el rol que asumen las mujeres en las relaciones de pareja, aunque también se da en hombres, pero en estos se da otro tipo de dependencia, la llamada atípica).

Entrega excesiva a la pareja en relaciones poco satisfactorias (no es mutuo)

Tienen varias parejas desde la adolescencia, enlazando unas con otras, o dejando poco tiempo entre unas relaciones y otras.

Sus relaciones son inestables o generadoras de ansiedad y otras emociones negativas (rencor, odio, rabia, ira, celos…). Mucho desequilibrio entre ambos miembros (por una parte podemos ver a una persona sumisa, con menos autoestima conforme pasa el tiempo, y quedando relegada totalmente a un segundo plano; en el otro lado, vemos a una persona bastante ensalzada, llegando incluso a presentar rasgos narcisistas, con una elevada autoestima, y con un enorme poder sobre su pareja).

Después de una ruptura (por muy mala que fuera la relación), intentan volver con su ex pareja (debido a su necesidad extrema de estar con alguien y no sentirse solos).

Su autoestima es baja, y su fuente de autoestima la sitúan en los demás (fuentes externas). Son personas inseguras. Con necesidad de agradar y miedo al abandono.

Buscan parejas que sean “lo contrario” a ellas mismas: personas supuestamente fuertes, con alta autoestima, seguras de sí mismas… y considerarán que son sus “salvadores”, que sin ellos es imposible vivir. Esto conlleva la idealización de la pareja.

Para evitar el abandono (o incluso para no discutir), se convierten en personas sumisas, hacen todo lo que quiere la pareja, dejando sus propios intereses de lado. Excesivo miedo a la ruptura (injustificado, llegando a hacer cualquier cosa para que su pareja “no le deje”).

Quieren a la otra persona exclusivamente para ellas (buscan que la otra persona le dedique todo su tiempo, que abandone amistades, familia, aficiones y cualquier cosa que pueda “robarle” tiempo).

Pueden llegar a asumir el creencias, pensamientos, modos de vida, aficiones de la pareja (no como contagio, si no por subordinación a la otra persona).

Miedo e intolerancia a la soledad: al no estar contentas consigo mismas, al no quererse, n se soportan, por eso se empeñan en estar con alguien constantemente, para así no tener que “sufrir enfrentándose a ellas mismas”.

Estado de ánimo negativo: no solamente tienen baja autoestima si no que se desprecian, se desvalorizan.

Presentan alta comorbilidad con trastornos de ansiedad y depresivos (entre otros).

Como verás, se trata de relaciones totalmente tóxicas, que anulan a la persona, la hacen infeliz, minan su autoestima, su personalidad, y generan gran malestar, por lo que sería conveniente evitarlas o poner los medios necesarios para intentar cambiar la situación (a pesar de que esto es realmente difícil, debido a que las personas con dependencia emocional, tienen tan interiorizados estos aspectos, que les es difícil tanto identificarlos como cambiarlos).

Podría definirse como adicción al amor, debido a las similitudes que hay con las adicciones, o con el trastorno de control de impulsos, ya que llega a ser incontrolable para la persona con dependencia emocional

Además, tras una ruptura, sufren un síndrome de abstinencia realmente fuerte, como si dejasen de consumir una droga.

Algunas preguntas que pueden ayudarte a identificar si una persona es dependiente emocional son las siguientes:

¿Tu pareja te hace feliz? ¿Y tú a ella?

¿Os relacionáis con más gente? ¿Seguís practicando vuestros hobbies? ¿Dedicáis tiempo a la familia y amigos además de a la pareja?

¿Cómo consideras tu autoestima? ¿Te quieres y te valoras?

¿Crees que serías capaz de soportar una ruptura con tu pareja? ¿Cómo lo encajarías?

¿Te sientes respetada, querida, valorada por tu pareja? ¿Crees que se trata de una relación de igual a igual o consideras que uno de los dos tiene más peso en la relación?

¿Cómo han sido tus anteriores relaciones? ¿Qué cosas has hecho o soportado por amor? ¿Consideras que hay límites que no dejarías que tu pareja traspasase?

¿Estás siempre pendiente de ser aceptada por la gente?

¿Haces tus planes libremente o siempre estás pendiente de hacer lo que diga tu pareja? ¿Tomas las decisiones por ti misma?

Estas preguntas te pueden hacer reflexionar sobre si tu pareja (o la de algún amigo o conocido) es beneficiosa y te aporta estabilidad y crecimiento personal, o por el contrario te bloquea, oprime, te hace sentir mal, etcétera.

En el siguiente post veremos las causas de la dependencia emocional y el tratamiento que podríamos aplicar en consulta.

Por Yolanda Belenguer Llopis

Asociación Española de Psicología Clínica Cognitivo Conductual (AEPCCC)

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