Elijo vivir con dignidad, lejos de quien ni respeta ni considera.
A veces el sendero es tan angosto, que resulta fácil claudicar, hacerse la cobarde y tomar el caminito estrecho mediocre y seguro. Pero sobre todas las cosas, aun cuando corte mi mano diestra, elijo vivir con valor; Dejando de lado a quien ni me respeta ni me considera;
Vivir cada día podría ser un reto, pero decidir ser feliz en este momento y tener la capacidad de disfrutarlo es un desafió digno de vivir.
Verónica Galla, Del libro Reflexiones
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16 Ene 2015