¿Es posible vivir sin fraudes emocionales?
Por Verónica Galla
Llega un momento en nuestra existencia en que sentimos que casi todos nos han fallado, que la existencia misma de la vida, no tiene mucho sentido, que continuar con lo que conocemos como nuestra vida en sí, quizás y solo quizás no nos conduce a ningún paraíso.
Analizamos los últimos años vividos y solo nos enfocamos en que las decepciones y fraudes emocionales son una constante, se repiten una y otra vez.
Entonces solo nos queda analizar los puntos de forma separada, ya que así funciona nuestra vida, de forma separada, no podemos juzgar todo lo que nos sucede como un conjunto, nuestra vida sentimental, nuestro trabajo, nuestros proyectos, son todos puntos que convergen con situaciones diferentes en nuestras vidas, por lo tanto es bueno analizarlo por separado.
- Todas mis parejas han sido un absurdo. Con las desilusiones que nacen de las parejas inadecuadas, también debe venir el aprendizaje de cuál ha sido el común denominar de mis parejas anteriores, quizás eso nos dé una respuesta de los errores que cometimos al elegir compañeros de vida. Siempre recuerdo un curso que hice en el cual nos hicieron contestar las siguientes 4 preguntas:
¿Cuáles fueron mis últimas 4 parejas?
¿Cómo las conocí?
¿Qué era lo que más me gustaba de estas personas?
¿Por qué se acabó?
En estas respuesta surgió un común denominador, me gustaban los bohemios y de todos me retire por su escasez de responsabilidad y planes para el futuro.
Aprendizaje: yo tenía un problema de selección de parejas.
Es bueno saberse decepcionado esto nos ayuda a enfocarnos mejor en lo que realmente queremos para la vida.
- Me va mal en el trabajo, casi a todos nos ha pasado esto más de una vez en la vida, tener un empleo implica tener un jefe que no siempre ve las cosas igual que tú, significa que tendrás que trabajar a un ritmo que no es el tuyo y de forma que no siempre será la más cómoda. Así son todos los trabajos, por lo menos la mayoría. Acéptalo, esto no tiene que ver con que tu vida es mala o las cosas no te van bien, son solo cosas del trabajo.
- Mi familia no me apoya, no todas las familias son funcionales, ni todas las personas, quizás el problema eres tu o quizás yo, quizás la familia o los amigos son justo como debieron de ser; Quizás esperamos mucho de ellos o sencillamente no son la clase de familia que nos hubiera gustado tener.
Eso no podemos cambiarlo aunque si podemos cambiar nuestra aptitud frente a esta situación, liberarlos un poco de lo que esperamos de ellos, puede funcionar muy bien, si esperas poco, poco te dolerá. No es cuestión de confiar es cuestión de no pedir a las personas lo que no pueden o no quieren dar. Ahí comenzaras a tener menos fraudes emocionales.
Aquí les este del libro, En defensa de la felicidad de Matthieu Ricard, unas sencillas palabras que muy bien caen para aliviar el espíritu.
Por Verónica Galla
Del libro reflexiones
Instagram @vegallas
16 Mar 2016