Kathleen Martínez, dominicana, abogada de profesión y arqueóloga por devoción, no es la primera que busca dónde está enterrada Cleopatra pero si la primera Dominicana que nos llena de orgullo con su pasión y dedicación al darle seguimiento con esmero, preparación y determinación para perseguir y lograr su sueño de dar con la tumba de una de las mujeres más fuertes, sagaz y renombrada de la historia, La Reina Cleopatra.,Convirtiéndose en la abogada del legado histórico de la Faraona.
La joven abogada y madre abnegada de dos hijas, obsesionada con la historia de la vida de la reina Cleopatra y pletórica investigadora del Egipto antiguo, creó la teoría sobre los posibles escenarios del lugar de la tumba de Cleopatra y la del general romano Marco Antonio, y al respecto asegura, “debía ser un punto alejado de la ciudad de Alejandría, para reservar los cuerpos del oprobio romano, para entonces triunfadora frente a la reina y su aliado.
En dicha tumba se supone también se encuentra la de su amante romano, el triunviro Marco Antonio, una relación que se ha visto alimentada por la ficción del cine y la literatura.
No me cabe la menor duda que en poco tiempo, Kathleen Martínez, desenterrará los despojos de la reina Cleopatra y su último amante, Marco Antonio.
Todo comenzó hace 5 años cuando presentó al Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto, una teoría fundamentada, con la cual convenció a los 100 académicos que en ese país integran ese cuerpo colegiado.
“Taposiris Magna”, un templo semi destruido, ubicado al borde del Lago Mariut, en Borg al Arab, a unos 50 kilómetros al oeste de Alejandría (norte de Egipto) fue el lugar marcado por la arqueóloga dominicana para sus excavaciones.
Cuando presentó aquella teoría, el consejo apenas le aprobó dos meses para que le probara con la práctica lo que le decía en papel… Lo que no se hizo esperar hallazgos como pasadizos, cámaras mortuorias, vasijas de la época, un sello que certifica la edificación de origen Ptolomeico, así como otros objetos de valor histórico demostraron que tenía razón.
“Hace cinco años, cuando llegué aquí, me decían que no había nada por descubrir”, recordó la experta dominicana al presentar parte de sus descubrimientos a un grupo de embajadores hispanoamericanos.
“Hemos hecho importantes hallazgos que cambiarán para siempre la historia de este lugar”, insistió.
Monedas con un rostro que se cree es de Cleopatra VII, una máscara de Marco Antonio, momias envueltas con ropas doradas y, más recientemente, una estatua de Ptolomeo IV, un predecesor de Cleopatra VII, confirman que se trata de un lugar relevante.
“Seguimos pensando que aquí hay una tumba real, y si mi teoría es correcta, puede ser la de Cleopatra”, sostuvo Kathleen Martínez, agregada cultural de la embajada de la República Dominicana y que vive largas temporadas en la cercana ciudad de Alejandría.
Cleopatra VII fue el último eslabón de la dinastía Ptolomeica, que gobernó en Egipto durante tres siglos.
Mujer de gran cultura, que sabía nueve idiomas, según los textos históricos romanos, logró embelesar primero a César, con quien tuvo un hijo, y a Marco Antonio después, con quien tuvo dos vástagos.
La última reina egipcia, según la teoría de Martínez, no podía estar enterrada en su palacio sino en un templo dedicado a Osiris e Isis, más al poniente, siguiendo una tradición de los faraones, que buscaban su descanso eterno lejos de los pasillos de sus palacios.
“No creo que (Cleopatra) fuera enterrada en Alejandría, en el palacio que está bajo el agua”, afirmó Hawas, secretario general del Consejo de Antigüedades egipcio, mientras explicaba, al lado de Kathleen Martínez, cómo fue convencido por la dominicana para seguir con una búsqueda que se creía cerrada.
CRÉDITOS: EFE / YFT Mayo-08 12:57 hrs