Hemos hablado mucho de la importancia de ácido fólico durante el embarazo, pero hoy hay que destacar que si durante el primer trimestre es importantísimo consumir ácido fólico, no lo es tanto en los otros dos trimestres de embarazo.
Esto ha sido revelado de un estudio publicado en American Journal of Epidemiology y hecho por el grupo del doctor Michael Davies.
El equipo de Davies estudió la tasa de asma en más de 400 niños, cuyas madres se las había controlado desde el embarazo. El 12 por ciento de los niños había desarrollado asma a los 3 años y el mismo porcentaje tenía enfermedad pulmonar a los 5 años.
Según el estudio, los hijos de las mujeres que habían tomado ácido fólico al final del embarazo son en un 25% más propenso a tener asma a los 3 años que los niños de madres que no han tomado ácido fólico en esa etapa gestacional.
El estudio sería el primero en asociar el uso gestacional del suplemento con el riesgo de asma.
Aún se está investigando sobre la asociación entre el asma y el uso de ácido fólico durante el embarazo y también hay que destacar que no se refiere a los primeros meses de embarazo.
Es un hallazgo importante, afirmó el equipo, porque el uso adecuado del suplemento al momento de la concepción reduce el riesgo de ciertas malformaciones congénitas del cerebro y la médula.
Esas anormalidades, llamadas defectos del tubo neural, incluyen la espina bífida, un defecto incapacitante de la médula, y la anencefalia, un defecto fatal que impide el desarrollo cerebral.
Se aconseja que las mujeres tomen 400 microgramos de ácido fólico por día antes de concebir y en el primer trimestre del embarazo, una ventana crítica para la aparición de los defectos del tubo neural.
El resultado del estudio “no contradice” esa recomendación, aclaró a Reuters Health el doctor Michael Davies, simplemente subraya que el ácido fólico sólo es necesario en el primer trimestre para prevenir los defectos del tubo neural, en los restantes trimestres de embarazo no es aconsejable consumir ácido fólico.
Es la primera fase del estudio, pero ya es una pauta importante para las embarazadas, que ya pueden dejar o disminuir el consumo de ácido fólico a partir del 4º mes de embarazo.
FUENTE: American Journal of Epidemiology, 15 de diciembre del 2009
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