La limpieza del hígado y la vesícula biliar, y la eliminación de los cálculos biliares son unos de los más importantes y poderosos recursos para mejorar la salud del ser humano.
El hígado tiene el control directo sobre el crecimiento y el funcionamiento de cada célula en el cuerpo y por lo tanto, cualquier tipo de fallo en el funcionamiento, deficiencia o patrón de crecimiento anormal en las células se debe en gran parte a un pobre rendimiento hepático.
Todas las enfermedades o síntomas de mala salud son causados por algún tipo de obstrucción, en los vasos sanguíneos, en un colon constantemente estreñido, obstrucción de orina en los riñones o la vejiga debido a una piedra calcificada que puede provocar la retención de líquidos y el aumento de peso, mucosa que obstruye los conductos de aire de los pulmones, etc. Obstrucciones como éstas o similares en el cuerpo están directa e indirectamente ligadas al restringido funcionamiento hepático, y en particular, al punto muerto causado por los cálculos biliares en el hígado y la vesícula.
El hígado tiene cientos de funciones diferentes y está conectado a todas las partes del cuerpo. Durante todo el día, se ocupa de crear, procesar y proveer grandes cantidades de nutrientes y de mantener las necesidades de “combustible” del cuerpo.
De ahí que podemos entender la importancia de llevar a cabo una limpieza hepática completa ya que los cálculos biliares en el hígado (todo el mundo sin excepción empieza a acumularlos a partir de los quince años más o menos) suponen un grave riesgo para la salud tanto física como emocional. Un hígado limpio y sano es garantía de salud, juventud y belleza.
Asegúrese de limpiar su colon antes del hígado, ya que eliminando el estreñimiento ayuda a prevenir o minimizar cualquier síntoma, como nauseas, reflujo, dolor o incomodidad durante la descarga hepática.
Para limpiar el colon se debe tomar, durante 10 días, 6 vasos de jugo verde y 6 vasos de jugo de zanahoria con manzana al día. Las comidas deben ser vegetales al vapor y arroz blanco cocido. Se debe consumir mucha agua (8 vasos al día) y exprimir un limón a cada vaso. Es preferible tomar un suplemento de fibra plantago ovata dos cucharadas dos veces al día.
Al terminar con el colon, puede dar inicio a la limpieza del hígado, así: tomar dos litros de zumo de manzana diariamente durante seis días. Preferible zumo de extractor con manzanas puras.
El ácido málico en el zumo de manzana suaviza los cálculos biliares y facilita su paso por los conductos. El efecto fermentador del zumo ayuda a que los conductos se expandan. Si siente malestar agregue agua. Bébalo lentamente durante todo el día entre comidas. Evite tomarlo antes, durante y hasta dos horas después de comidas.
Evite tomar alimentos fríos, congelados, proteínas animales, lácteos, fritos, embutidos, mantequilla, alcohol, harinas y azúcares refinados. Consumir frutas y zumos de frutas preferiblemente, vegetales al vapor, arroz blanco y avena en hojuelas cocida.
Durante el sexto día de tomar el zumo de manzanas no coma, ni beba ningún alimento después de las 2 p.m., solamente agua, de lo contrario no se eliminarán las piedras.
A las 6 p.m. del sexto día, agregue 4 cucharadas de sales Epsom (sulfato de magnesio) a tres vasos de agua en una jarra. Con esto tiene 4 porciones de ¾ de vaso cada una. Debe tomar la primera y segunda porción a las 6 p.m. y 8 p.m. del sexto día; y a las 6:30 a.m. y 8:30 a.m. del séptimo, tomar la tercera y cuarta porción.
Uno de los principales beneficios de las sales Epsom es dilatar (ensanchar) los conductos biliares, facilitando el paso de las piedras, además cualquier desecho que pudiera obstruir su paso.
A las 10 p.m. del sexto día extraer ¾ de vaso de jugo de pomelo, naranja o limón sin pulpa. Mezclar este zumo con medio vaso de aceite de oliva extra virgen en un frasco tapado y agitarlo 20 veces y tomarlo completo.
Acuéstese inmediatamente sobre su lado derecho, con las rodillas dobladas hacia su cabeza. Permanezca en esta posición por lo menos 20 minutos y trate de no hablar. Fije su atención en el hígado y podrá sentir las piedras moviéndose a través de los conductos biliares sin ningún dolor porque el magnesio de las sales Epsom mantiene los conductos biliares abiertos y relajados y la bilis que fluye junto con las piedras mantiene los conductos lubricados. Acueste a dormir posteriormente.
Puede sentir nauseas durante la noche y es debido principalmente a un repentino y fuerte desecho de cálculos y toxinas del hígado, y la vesícula que empujan la mezcla de aceite hacia el estómago. Las náuseas pasaran durante la mañana.
Al despertarse al séptimo día a las 6:30 a.m. se debe tomar la tercera porción de sales Epsom. Si tiene mucha sed tomar agua antes de tomar las sales. A las 8:30 a.m. beba su cuarto y último vaso de sales de Epsom.
A las 10:30 a.m. del séptimo día puede beber zumo fresco y media hora más tarde comer porciones de fruta fresca. Una hora después podrá ingerir alimentos sólidos pero no en gran cantidad.
Los resultados que puede esperar son varias evacuaciones aguadas. Estas consisten inicialmente en cálculos mezclados con residuos de comida y después simplemente en piedras mezcladas con agua. La mayoría de los cálculos serán de color verde guisante y flotaran en el inodoro debido a estar principalmente compuestos de bilis. Las piedras de color más claro son recientes y las negruzcas más antiguas. Todas estas piedras serán suaves gracias al zumo de manzana.
Asimismo encontrará una capa de espuma flotando en el inodoro, compuesta por millones de diminutos cristales puntiagudos de colesterol, los cuales fácilmente podrían rasgar los pequeños conductos biliares de no ser eliminados.
Para eliminar todas las piedras puede requerir por lo menos seis limpiezas, las cuales pueden llevarse a cabo en periodos de dos o tres semanas o mensualmente. Recuerde que una vez haya comenzado a limpiar el hígado debe continuar haciéndolo hasta que no salgan mas piedras. Dejar de limpiar por un tiempo prolongado de 3 meses puede causar mayor malestar que no haber hecho la limpieza del todo.
Consejo de la semana
Una vez haya comenzado a limpiar el hígado debe continuar haciéndolo hasta al final.
Por Alejandro Segebre
¿Cuáles son los peligros de una limpieza de hígado con sal de Epsom, aceite de oliva y jugo de toronja?
Escrito por genevieve hawkins
¿Cuáles son los peligros de una limpieza de hígado con sal de Epsom, aceite de oliva y jugo de toronja?
Las limpiezas de hígado han ido ganando popularidad recientemente como una manera potencial de eliminar rápidamente las toxinas que han sido acumuladas en tu hígado y tu vesícula biliar. Hay preocupaciones acerca de la seguridad de los limpiadores de hígado y de vesícula, particularmente para aquellos que utilizan sal de Epsom y jugo de toronja con aceite de oliva. Debes de consultar a tu médico antes de comenzar cualquier tipo de limpieza.
Aspectos básicos
Hay diversas variaciones de limpieza del hígado y de vesícula biliar, dependiendo de que sitio de Internet o profesional de la salud hayas encontrado. Un limpiador más popular implica tomar dos cucharaditas de sal de Epsom (reconocida para relajar la bilis y los ductos biliares para que puedan pasar las piedras y también limpiar el colon), luego entrando la noche tomar 8 onzas (228 ml) de aceite de oliva mezclado con jugo fresco de toronja y recostarse en posición fetal sobre tu lado derecho por media hora. La expulsión está diseñada para sacar del cuerpo las piedras y los depósitos, hay un ligero riesgo de un bloqueo biliar o de los ductos de la vesícula biliar obstruidas por la presencia de alguna una piedra.
Riesgos de la sal de Epsom
La sal Epsom sirve como un colónico que puede llevar a la deshidratación y el desequilibrio electrolítico. Toma mucha agua mientras ingieres sal Epsom. Quizá quieras agregar jugo de toronja como una manera de deshacerte del sabor desagradable. La sal Epsom en dosis muy altas puede llevar a una peligrosa intoxicación por magnesio. Los riesgos para un feto son conocidos y las mujeres embarazadas no deberían de ingerir esta sal. Habla con un médico si utilizas cualquier medicamento o producto de hierbas ya que la sal Epsom puede causar una interacción peligrosa.
