Todas las mujeres que han tenido la bendición de ser madres, conocen a ciencia cierta que mantener el mismo cuerpo sin quedarse con las huellas que suele dejar un embarazo, no siempre es tarea fácil.
Encontré un tema que me pareció tan real y fascinante como cualquier mujer, espero lo disfruten y les enseñé a quererse a sí mismas sin importar lo que se vea por afuera.
“GRANDES” MUJERES
Todo comenzó con la imagen de un vientre un poco flácido en una revista de moda. En la foto, la modelo estadounidense de 20 años Lizzie Miller se sienta frente a la cámara, con tan sólo un diminuto tanga rojo, mostrando sin complejo de su flácida barriga.
La imagen, que apareció en la página 94 de la versión estadounidense de la revista Glamour (en 2009); la foto era sencilla, mostraba la belleza de una mujer desnuda, alegre, claramente feliz con su físico, aunque no era “perfecto”.
La respuesta de los lectores fue instantánea y tan intensa que provocó titulares alrededor del mundo. El día en que la revista llegó a los kioscos, internet se colapsó con emocionados tweets, comentarios y cientos de mensajes de correo electrónico a la editora de la revista Glamour, Cindi Leive, agradeciéndole y aplaudiéndole la publicación de la foto de una verdadera mujer.
Las mujeres delgadas son reales también, por supuesto. Pero como las modelos que aparecían en las revistas eran cada vez más delgadas, la respuesta a la imagen de la nutrida Lizzie Miller supuso un poderoso mensaje de los lectores confirmando que querían otras versiones de la forma femenina.
En los años posteriores, la mujer previamente considerada astronómicamente sobredimensionada por los esqueléticos estándares de la industria, comenzó a ser considerada en las páginas de moda.
Y la última modelo de tamaño “grande” que ha logrado las mejores portadas y pasarelas de los grandes de la moda es Robyn Lawley, una de las tres bellezas curvilíneas (Penelope Benson, Robyn Lawley y Fiona Falkiner) que aparecieron en la portada de Vogue Italia, en su edición de julio titulada “Belle Vere” (bellezas reales).
Robyn Lawley es australiana y tiene 22 años. Aunque en realidad tiene una talla muy normal para muchas mujeres de a pie, una 46-48, representa a la “mujer grande”. En realidad, es una mujer de rompe y rasga…
Debería haber modelos más positivos para todas nuestras hijas. Un tamaño normal, común, sin excederse, puede ser hermoso; no hay necesidad de ser flaca o esquelética para ser hermosa (aunque hay que reconocer que aquellas mujeres que por su naturaleza son delgadas son bellas también, el problema está en “querer ser lo que en realidad no somos”). Existe una presión enorme en nuestra sociedad y eso tiene que empezar a cambiar.