Existen personas que son nuestro ejemplo a seguir, aunque no sea en todo.
Aprende lo bueno de ellos, lo demás, déjalo pasar.
Muchas veces nos decepcionamos de personas que admiramos, de esos que solíamos ver como nuestro estandarte a seguir y es que a veces se nos olvida que ellos también son humanos.
No son perfectos, son buenos en ciertas áreas de la vida, hasta para enseñarnos a ser mejores personas, aunque ellos no lo sean.
Que irónico, pero es así, su misión era hacernos mejores, aunque ellos no lo lograran.
Por eso cuando mi héroe falla, trato de ser condescendiente, trato de ponerme en su lugar, no necesariamente tiene que ser mi ejemplo para todo, solo en lo que pueda y se lo agradezco, puso su grano de arena, para que gente como yo, pudiera mejorar.
Por eso cuando esa persona que es mi ejemplo en algo, me falla en otra cosa, trato de ser benevolente, para que cuando yo sea el héroe de alguien, también recuerden que soy humana, no perfecta.
Les dejo un abrazo Eterno,
Verónica Galla.
Del libro Reflexiones
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