1. Las grasas de la carne están saturadas de colesterol y triglicéridos (otras grasas), los que se depositan en el tejido adiposo subcutáneo (bajo la piel) y visceral (órganos en una de las cavidades del cuerpo), ésta da un tipo de obesidad tan dañina que se asocia directamente con potencial desarrollo de diabetes, infartos cardiacos, etc.
2. Los DEE (dietiletilestrol), al ser hormonas del crecimiento, fomentan la generación de grasa e impide bajar de peso. (Efecto similar sucede con los anticonceptivos).
3. Estas hormonas disminuyen el movimiento peristáltico del intestino, por lo que la carne permanece por más tiempo dentro, asi se absorben más nutrientes, entre los cuales se encuentra las grasas. (Similar efecto sucede con las mujeres embarazadas normalmente).
4. Cuando se unen el sobrepeso al sedentarismo, factores genéticos, antecedentes familiares; existen grandes posibilidades de adquirir diabetes, que al no ser diagnosticada o tratada, produce graves daños en ojos, riñones, sistema nervioso periférico, etc.
5. El esqueleto está determinado genéticamente para soportar cierto peso, si se sobrepasa su resistencia, las articulaciones de miembros inferiores y columna comenzarán a resentirse y aparecerán prematuramente artrosis, lumbagos, ciáticas, hernias de discos, etc.
6. Las hormonas de crecimiento sintéticas muy parecidas a ls hormonas anticonceptivos son utilizadas para que el animal pese mas en el momento de la venta, ya que acumulan agua y grasa. Además se han asociado con riesgo de cáncer o lesiones premalignas enfermedad hepática, enfermedad cardiovascular y tromboembolia, lo cual se incrementa con la edad y el fumar. Se suma más episodios de migraña dislipidemia, etc.