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¿Qué es la ciática? ¿Qué tratamiento es el más recomendable?

¿Qué es la ciática? ¿Por qué se produce? – ¿Qué tratamiento es el más recomendable?

Antes de responder a la pregunta anterior, quisiera explicar con profundidad el nacimiento, trayecto, relaciones e inervación que corresponde con el nervio ciático.

Y es que el nervio ciático nace del entramado nervioso de las raíces lumbares de L4-L5 y las raíces sacras de S1, S2 y S3. Por lo tanto, cuando hablamos de “ciática” nos estamos refiriendo a todo lo que comprende estos niveles lumbo-sacros, ya que como sabemos, cada segmento vertebral se corresponde con una metámera.

¿Qué es una metámera?

Una metámera es un fragmento de médula espinal que recibe una serie de informaciones o aferencias y responde con una salida de información o eferencia. El cuerpo humano ha sido dividido en 31 metameras. Cada una de estas esta compuesta por una porcion de médula espinal, sus raices nerviosas, y la mitad del cuerpo vertebral supra y subyacente, con el disco intervertebral correspondiente. ¿Esto qué significa? Es fácil, significa que cada metámera gobierna una porción de nuestro cuerpo. En términos más específicos, decimos que una metámera es el conjunto de: dermatoma (piel), esclerotoma (tejido articular), angiotoma (tejido vascular), viscerotoma (órganos) y miotoma (tejido contráctil).

¿Qué valor clínico aporta el conocimiento de las metámeras?

Realmente, esta es la base del DIAGNÓSTICO. Y es que como podéis ver, el nervio ciático puede verse comprometido por estímulos nociceptivos de diferentes partes de nuestro cuerpo.

Ahora os voy a poner un ejemplo para que entendáis cómo abordaremos el estudio de una ciática desde el conocimiento de las metámeras.

A pesar de ser tratarse de un ejemplo irreal, el concepto es siempre el mismo. Resulta que esta persona ha comenzado a caminar con relativa intensidad, lo cual ha sometido a un estrés considerable a su organismo, que no estaba acostumbrado a estos esfuerzos. De manera, que ya sea por su tipología postural o las adaptaciones que haya desarrollado a lo largo de su vida, el segmento metamérico que está en relación con la sobrecarga de gemelos y sóleo, ve alterada su función y termina generando una irritación a este nivel, esto es lo que conocemos como “facilitación medular”. En resumen, el nervio tibial que es el que inerva gemelos y sóleo, envía información nociceptiva a su metámeta correspondiente, ésta, responde con una facilitación de la metámera y la consecuencia es el proceso inflamatorio que irrita al nervio ciático y produce el dolor clásico de la ciática.

¿Qué estructuras pueden verse alteradas por un proceso de ciática?

Realmente cualquier parte de nuestro cuerpo puede tener relación con un proceso de ciática, ya que como vimos en el artículo de la tensegridad, somos un enorme entramado de redes fasciales que ponen en comunicación todo nuestro cuerpo.

Pero, vamos a centrarnos únicamente en la región lumbar y pélvica. De esta manea podemos establecer las siguientes causas de ciática:

Alteración en el intestino delgado o grueso.

Alteración renales y en especial en uréteres.

Infecciones de orina, que cursan con alteraciones de vejiga.

Problemas ginecológicos: próstata, útero, ovarios.

Alteraciones mecánicas del raquis lumbar.

Alteraciones mecánicas de la pelvis (sacro, iliacos, pubis)

Alteraciones mecánicas de cadera.

Excesos de tensión tisular: músculos, ligamentos.

Y así podríamos continuar con la lista, pero quisiera hacer una especial mención a un clásico de la ciática, el síndrome del piriforme o síndrome del piramidal.

Y es que resulta que últimamente, este músculo es el responsable de todos los problemas relacionados con la ciática, es cierto, que es atravesado directamente por el nervio ciático, pero no es menos cierto, que este músculo no suele ser el causante sino la víctima. Habitualmente, se trabaja sobre el piramidal para aliviar la sintomatología de la ciática, y resulta que en muchas ocasiones esto no sucede, y es que el piramidal no está “contracturado”, sino todo lo contrario, mantiene un exceso de tensión “excéntrica” impuesto por alguna estructura vecina o simplemente por un problema postural que hace que irrite al nervio ciático.

Por esto, muchas veces el tratamiento fisioterapéutico no resulta efectivo, ya que no actúa sobre la causa de nuestro dolor, sino que se limita a evidenciar la sintomatología y trabajar sobre ella.

En problemas recurrentes de ciática es conveniente realizar un exhaustivo diagnóstico con el que diferenciar entre causa y consecuencia, para posteriormente actuar sobre el verdadero origen de la disfunción o no sobre el dolor consecuencia de la mala función.

¿Cuál es el tratamiento más recomendable?

No hay un sólo tratamiento, la mejor solución es hallar el origen de la ciática y solucionarlo.

Datos: Juan García Plasencia

http://www.osteopatia-moratalaz.es

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