Usted está embarazada y espera que algún día tenga que estar cambiando pañales. Entonces, súbitamente, el embarazo se termina. No importa el nombre que se le dé – aborto, embarazo ectópico, óbito fetal – usted perdió al bebé.
La pérdida de un embarazo puede ocurrir de distintas maneras. En un aborto, el embarazo finaliza repentinamente antes de las 20 semanas. Suele ocurrir por problemas genéticos del feto. El embarazo ectópico ocurre fuera del útero y el feto no puede sobrevivir. En el embarazo molar, se forma una masa o una protuberancia dentro del útero al inicio del embarazo; por lo general, no hay un feto. Después de la semana 20, la pérdida de un embarazo se llama óbito fetal.
La asesoría psicológica puede serle de ayuda. Más adelante, si decide volver a intentarlo, deberá trabajar junto con el proveedor de atención médica para disminuir los riesgos. Muchas mujeres que pierden sus embarazos continúan teniendo bebés sanos.