Definir la sonrisa como “La expresión de un sentimiento a través de un movimiento facial” resulta una descripción triste, precaria para una manifestación hermosa, sobre todo cuando proviene de nuestro interior de manera franca y espontánea. Cuando vemos, escuchamos o percibimos algo de nuestro agrado, la reacción ante qué o quién nos inspira, motiva inmediatamente que entren en acción nuestras endorfinas y nuestro cerebro.
Podemos decir que la sonrisa es una de las manifestaciones más bellas del ser humano, porque cuando es sincera irradia belleza, es como un destello directo del corazón. La sonrisa refleja cualidades como la afabilidad, la amabilidad o la cordialidad, entre otras. Es tan pura, que de acuerdo a científicos, desde antes de nacer, en el vientre materno, ya sonreímos.
Grandes Maestros, filósofos y escritores se han detenido a expresar sus apreciaciones personales sobre la sonrisa:
• Necesitamos 40 músculos para fruncir la frente y sólo 15 para sonreír – Swami Sirvananda
• No importa que estés triste, una sonrisa es más que la tristeza de no sonreír. Anónimo
• Hay sonrisas que no son de felicidad, sino un modo de llorar, con bondad – Gabriela Mistral
• Nunca des una espada a alguien incapaz de sonreír y bailar – Confuccio
• Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa, que con la punta de una espada – William Shakespeare
• Nunca dejes de sonreír, ni siquiera cuando estés triste, porque nunca sabes quién se puede enamorar de tu sonrisa – Gabriel García Márquez
La sonrisa es mágica porque no necesita idiomas, transmite de manera instantánea. Su poder es tan grandioso que vemos cómo los asesores de imagen “enseñan a sonreír” a los actores de cine, políticos o cualquier figura pública. Una sonrisa puede ser recordada para siempre, no importa si es amplia o enigmática… Para muestra, “La Gioconda”.
Alguien describió la sonrisa, como la canción silenciosa de los planos sutiles, porque al sonreír, como cuando oras, te acercas a la divinidad, armonizando el entorno. La sonrisa rejuvenece pues libera vibraciones positivas que llegan a todos los músculos faciales.
Al despertar cada mañana podemos inhalar profundamente, exhalar y sonreír, dando gracias por el nuevo día. Es posible que esa sonrisa perdure durante todo el resto del día… Una sonrisa es la más grande y reveladora manifestación de nuestro sentir, que podemos transmitir y regalar a los demás. Una sonrisa podría ser el arma sutil para derrumbar el más infranqueable muro entre dos personas.
L. Cedeño S.
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