De nada sirve hacerse el simpático, el agradable, el chico “nice”😁😁, la chica “in”😊, cuando estás traicionando todos tus principios, para que otra persona sea feliz a tu lado o peor aún, te acepte en su círculo social, en su grupo.
La presión social es algo muy usado por los cobardes que son fuertes en grupo pero nunca solos.
Esta situación no se ve solo en la adolescencia, se ve en los trabajos, clubes, ect, personas adultas que crean un círculo rechazando a quien creen que no es de su igual o a quien no baila a su ritmo.
Eso es presión social, y lo hacen hasta lograr que el rechazado se someta a los “encantos” del grupo.
Lo triste de esto es que sin importar lo que el rechazado haga por ser “simpático ” y aceptado, nunca será un igual, ya que el rechazado es solo un ente utilizado para ciertos fines, no lleva la categoría de los demás, por lo tanto es material reusable, es perdida colateral, de la cual pueden deshacerse cuando ya no encaje.
La primera lealtad es la nuestra, luego que el mundo piense lo que desee.
Quien de verdad nos acepta, tal como somos, sin necesidad de manipularnos, esos son los necesarios, los indispensables, los demás que sigan su camino.
Les dejo un abrazo eterno,
Verónica Galla @vegallas .
Del libro Reflexiones
15 Julio 2019
