Todos los extremos son malos.
Es bueno ser aterrizados, tener los pies sobre la tierra, pero cuando eso te arrebata la capacidad de soñar, de tener fantasías, entonces está mal.
Es bueno soñar, tener metas para cumplir, proyectos que realizar, pero cuando no los bajas de las nubes, está mal, por que nunca dejarán de ser sueños, te sentirás frustrado constantemente por no poder lograr conquistarlos.
Balance, ahí radica la verdadera felicidad, en poder aterrizar los sueños y despertarlos a la realidad.
Despertarnos cada mañana con la ilusión de tener fantasías, que alimenten nuestra vida rutinaria.
Poder acostarnos con la satisfacción de lo logrado y despertar con la ilusión de lo deseado.
Les dejo un abrazo eterno Verónica Galla @vegallas
Del libro Reflexiones de Verónica Galla