Trabajo, Pan de Vida
El trabajo siempre ha sido necesario para el sustento del ser humano. Tenemos referencias del trabajo desde la prehistoria. La caza, la pesca y posteriormente el cultivo, cuando el hombre primitivo pasó a ser sedentario, nos hablan de sus esfuerzos para sobrevivir. Llegan las guerras, las conquistas y con ellas la esclavitud. Trabajo de sol a sol, por una ración de comida y tal vez un techo. El mundo se amplía, el número de personas crece, la esclavitud y el feudalismo lentamente desaparecen y el ser humano tiene que buscar su sustento particular. Ya no es un esclavo o un siervo, ya no depende de un amo, un señor.
En el Siglo XVI, en Inglaterra, aparece para la gran masa la oportunidad de insertarse al mundo laboral, a través del capitalismo comercial, reemplazando el sistema feudal. Posteriormente encontramos, hacia finales del Siglo XVII y principios del Siglo XVIII, un nuevo mercado laboral, con el capitalismo industrial. Ya formalizada y definida la labor del ser humano por una remuneración para suplir sus necesidades, desaparece la visión de esclavitud y surge la relación de empleado y empleador, aunque con muchas desventajas para el trabajador.
Comienza la lucha por conquistas laborales, principalmente definir la cantidad de horas de trabajo. El trabajador tuvo que esperar hasta mayo de 1886, cuando en Chicago, Estados Unidos los movimientos obreros sindicalistas, sacrificando muchos hasta sus vidas, obtuvieron la definición de una jornada de 8 horas de labor diaria. En el Congreso llevado a cabo en París, en julio de 1889, se instaura el día 1ro. de mayo, como el “Día Internacional del Trabajador”, que celebramos en la actualidad, en honor a los sindicalistas caídos en Chicago en 1886.
A menudo escuchamos la frase “El trabajo es un castigo”. Si tomamos la palabra latina “Trabajolium” o “Trepalium”, ésta última que se refiere a algo parecido a un cepo que se utilizaba para sujetar caballos y bueyes, vemos cómo desde épocas muy antiguas se ha asociado el trabajo, con el castigo.
Desterremos de nuestro interior el concepto de “Trabajo-Castigo”. En nuestra sociedad actual, el 99% de los seres humanos tiene que trabajar para subsistir. Sigue siendo una realidad la frase “Quien no trabaja, no come”. Aún los que poseen grandes capitales tienen que velar por sus intereses y eso, es trabajo… Hoy, el hombre y la mujer, si no es trabajador independiente, tiene necesariamente que integrarse al mercado laboral, para lo cual, necesitará los conocimientos, las herramientas que le habiliten para competir por un puesto de trabajo y desempañar eficientemente sus funciones, para conservar su empleo.
El trabajo perfecto no existe, pero podemos tratar de prepararnos para desempeñar una labor acorde a nuestras capacidades, afinidades y habilidades personales. En la medida que sintamos satisfacción por el trabajo que realizamos, será más fácil el buen desempeño de nuestras funciones. Tener un empleo de cualquier naturaleza, un empleo digno, es un regalo que sí dignifica al ser humano. Es un regalo que debemos cuidar, que nos impulsa al desarrollo personal, que, con dedicación y esfuerzo, nos brindará un mejor nivel económico en beneficio propio y el de la familia.
Tengamos siempre presente que los empleos no son eternos, aunque en algunos países de Oriente, hasta hace pocos años, era un deshonor tener dos o tres empleos a lo largo de tu vida. Podemos cambiar de empleo si lo consideramos necesario. Además, en un mundo cambiante, como el que vivimos, las circunstancias mismas nos obligarán a cambios laborales. Cada oportunidad de empleo es un cambio de vida. De cada actividad laboral habremos obtenido un aprendizaje, una experiencia de vida.
Sobre el trabajo algunos notables han dicho:
Lo que con mucho trabajo se obtiene, más se ama. Aristóteles
Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida. Confuccio
Trabaja en algo para que el diablo siempre te encuentre ocupado. San Jerónimo
Todos buscan trabajo pero cuando lo encuentran quieren otro. Anónimo
El trabajo aleja de nosotros tres grandes males: El aburrimiento, el vicio y la necedad. Voltaire
Dar a un hijo mil onzas de oro no es comparable a enseñarle un buen oficio. Proverbio chino
Marcharían mejor las cosas si cada cual se limitara a ejercer el oficio que le es conocido. Platón
Dale al trabajador su salario antes que se haya secado el sudor de su frente. Mahoma
Encaríñate con tu oficio y descansa en él. Marco Aurelio
Los dioses ayudan a los hombres que se ayudan a sí mismos, y esto es mediante el trabajo. Virgilio
En el mundo de hoy, los padres son el pilar fundamental para el desenvolvimiento futuro de los hijos. Los padres tendrán que trabajar arduamente para educar un ser humano capaz de enfrentarse a la vida. Para esto, el niño tendrá que desarrollar hábitos de estudio, y disciplina. Un niño, un adolescente tiene que ir a la escuela, los niños en las calles no utilizan su mente y su tiempo en nada productivo. Dicen que “En mente ociosa, taller del diablo”. Por eso, digamos un rotundo “NO” al trabajo infantil. El trabajo del niño es estudiar y prepararse para enfrentar la vida de adulto que le espera.
El joven principiante, apenas culmine sus estudios, se verá obligado a insertarse a un mundo laboral cada vez más exigente y competitivo, la misma sociedad le obligará a trabajar, a producir para sostenerse, a interactuar con personas desconocidas, con las cuales compartirá en ocasiones más horas que con su propia familia. El trabajo le abre las puertas hacia la vida adulta, hacia Una Nueva Vida.
Si nos remontamos a la filosofía de la sociedad romana, griega o egipcia, encontraremos que el trabajo remunerado era calificado como “indigno”, porque el ocio se consideraba un distintivo de la clase alta. Aún siendo “acaudalado” quien tenía que trabajar para conservar sus bienes, no era precisamente muy bien aceptado entre los de clase privilegiada.
Muy atrás ha quedado la filosofía del ocio. En el mundo de hoy la holgazanería y la vagancia no son una opción de vida. El mundo, las oportunidades son para quien trabaja para su beneficio, el de su familia y de la sociedad en que se desenvuelve. El trabajo es el motor que mueve el mundo! Honor y gloria a todos los trabajadores que llevan el pan a su hogar, con el sudor de su frente. Feliz Día del Trabajo!
L. Cedeño S.
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