A veces agujereo el barco solo por que alguien se me adelanta para convertirse en capitán.
La bilis el veneno, los celos la furia- todas las toxinas del espíritu son el alimento de su vida diaria. Porque? Por que sus heridas nunca sanan. Por que no perdona las ofensas. Por que cuando despierta su ira no hay manera de aplacarla: esta se convierte en una extensión de usted mismo, un apéndice de su personalidad, un exceso de equipaje en verdad muy pesado. La ira es en si una parte normal y necesaria de la experiencia humana, una señal de supervivencia que nos hace saber que algo amenaza nuestro bienestar.
Si embargo es fácil pasar por alto el precio que se paga por la ira cuando esta se considera sana e inevitable.
La ira es normal hasta cierto punto, pasado ese punto no es otra cosa que sufrimiento para usted y para todas las personas a quien su agitado espíritu afecta. La ira se convierte en exceso de equipaje cuando: Usted es tan sensible tan vulnerable que se siente ofendido a cada momento. No puede curar las heridas del pasado y estas se convierten en un tema predominante en su vida.
La mayoría de las personas han tenido una experiencia o peor varias experiencias dolorosas que les han dejado heridas que nunca sanaron.
Es una herida diferente a la rabia de todos los días. La ira podría ser una carga para cualquier persona si su herida es lo suficientemente profunda. La susceptibilidad aumenta por efecto de otro equipaje. En estos casos específicos: Cuando usted necesita tener razón, la es difícil olvidar una injusticia pasada por que perdonar un error es como equivocarse usted mismo.
Para usted no hay términos medios si los tratan injustamente. Además usted no sabe perdonar sus propios errores, por lo tanto le es más difícil concederle el beneficio de la duda a alguien que lo haya herido.
Cuando necesita sentirse superior, lo más probable es que se quede atascado en un ataque de ira cuando su ego reciba un golpe. Cuando usted teme al rechazo, sus ataques de ira serán directamente proporcionales a su abnegación.
Cuando usted sepulta (enterrando sus necesidades, sus opiniones, sus verdaderos sentimientos) para conservar una relación importante la ira se va acumulando como lo harían los intereses en un banco psíquico. Cualquiera de nosotros puede llegar albergar la rabia durante más tiempo de necesario por que el resto de nuestro equipaje no nos permite sanar cuando la lesión emocional es seria.
Del libro exceso de equipaje, de Judith Sills.
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