Sexo por intercambio, ¿ventaja o fatalidad?
By Verónica Galla
Muchas veces vivimos en una sociedad donde la información tergiversada intenta decirnos que ciertas conductas ya son normales, aceptadas y por lo tanto correctas, se suelen decir frases como estas:
“Cualquier prostituta gana más que un ingeniero”
“La prostitución siempre ha existido”
“Igual te acuestas con tu marido y no te paga”
“Tú te acuestas con tu novio y total el no hace nada por ti”
“Dios te dio una finca, úsala para algo bueno”
Se podría decir que estas frases son correctas si estuviéramos viendo el sexo como un instrumento de trabajo y no como algo que se nos dio, para tener una vida satisfactoria, con placeres que llevan como mayor información “Es agradable estar contigo, Disfruto estar a tu lado”; Porque cambiar este sentir, por un sentimiento de uso y abuso por un intercambio metálico? , que a la larga y más a la corta, va dejando vestigios de dolor físico, daños psicológicos que en la mayoría de los casos, son prácticamente irreparables.
El hombre que compra el cuerpo de una mujer, es un esclavista cualquiera y me imagino que ni siquiera él está consciente de este hecho, ya que el mismo también ha sido bombardeado por informaciones tergiversadas tales como:
“Por lo menos le estas pagando”
“si no lo hace contigo lo hará con otro, es lo mismo”;
Si todas las mujeres tenemos sexo, porque pagar por ello?
Le hice esta pregunta a varios hombres y me dieron diferentes respuestas:
- Facilidad, no necesitan el desgaste de la conquista
- Variedad
- Disponibilidad a todo momento
- Fantasías, poder hacer todo lo que deseen (no requieren de permisos, solo tienen que aumentar tarifas)
De modo que el problema a solucionar viene en ambas vías.
Entre tantos motivos este último fue el que me llamo más la atención, el hombre que suele buscar prostitutas no pretende respetarlas y mucho menos considerarlas, vienen los abusos, los maltratos, en lugares que generalmente ella no tiene control de la situación y donde lo más inteligente que hacen es subir tarifas para poder, de alguna manera, salir ganando con algo.
Este hecho demuestra que el hombre que requiere este servicio, no ve a estas mujeres como seres humanos iguales a él, la ve, como alguien a quien se puede usar, pisar y de camino verlo como un negocio para su conciencia.
Este hombre termina apoyándose en el sistema legal, ¿Cómo? le paga y ahí se llega al mutuo consentimiento, es como cuando en un juicio por abuso, se llega a un acuerdo donde el victimario procede a indemnizar a la víctima y se resuelve todo con dinero.
Recuerda lo siguiente:
- La prostitución no favorece tu derecho a elegir libremente el uso de tu cuerpo.
• No es cierto que la mayoría de prostitutas o damas de compañía ganan más que un ingeniero y aun cuando lo hacen, no pueden lograrlo por mucho tiempo, este trabajo acaba tus herramientas de trabajo, al ingeniero, su carrera, no se le acaba. - El amor y la plenitud sexual nada tiene que ver con la compra mezquina que se le exige a una mujer sin opciones.
• Tienes derecho a gozar del sexo y de tu cuerpo con libertad, no debes vender o alquilar tus derechos.
• Con el tiempo las personas envejecen pero algunas más deterioradas física y emocionalmente. - Cuidar tu cuerpo y alma es un compromiso que debes tener contigo misma, tu cuerpo es tuyo y de nadie más, por lo tanto es a ti, a quien le toca cuidarlo.
Escrito por Verónica Galla.
Del libro reflexiones
21 Ago 2018
Instagram @Vegallas