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Vivir como un resorte | Desde un lugar del planeta.

En muchas ocasiones, los seres humanos actuamos como los resortes mecánicos que acumulamos energía y la devolvemos sin sufrir deformación.

El hecho de no sufrir deformación dependerá en gran medida del tipo de energía que acumulemos. Si tenemos buen vivir, y con buen vivir me refiero el saber llevar un ritmo acompasado para disfrutar en armonía la melodía de la vida, esas energías nos pondrán transformar en fortaleza pero difícilmente nos deformarán en estructura emocional.
Si por el contrario vivimos sometidos a las influencias de energías negativas, acumularemos grandes cargas de energía de ese tipo, superior a la que nuestra estructura emocional está diseñada, no siendo capaces de soportarlas, provocándonos deformaciones muchas veces irreversibles, que nos harán sentir inútiles, destruidos, viviendo en depresión.

Hay momentos que actuamos como los resortes que se usan por ejemplo para soportar el peso en una báscula, a este tipo de resorte se les conoce como resorte de extensión.

Actuamos como los resortes de extensión cuando tenemos que soportar esfuerzos contrario a nuestra fuerza interior. Así nos encontramos con personas que se nos cuelgan con una enorme carga de energía negativa, soportar el peso de su carga dependerá de la compresión de las vueltas que nos ha dado la vida.
Debemos tener muy bien calibrado el peso que podemos soportar para poder desengancharnos a tiempo de esas personas antes que nos dejen totalmente deformados, sin fuerzas, estirados o mejor dicho, tirados!
Otro tipo de resorte mecánico son los de compresión, que contrario al anterior, las vueltas que nos da la vida son más o menos prolongadas en el tiempo, así iremos ganando fuerza para cuando nos toque soportar esfuerzo de compresión, por ejemplo cuando pasamos por algún bache, un mal momento en nuestras vidas, o peor aun, cuando recibimos esos impactos repentinos que nos puede llegar como la pérdida de un ser querido. rst004Con este tipo de esfuerzo nuestro volumen se reduce, nos sentimos pequeños e insignificantes, pero eso será provisional porque mientras más abiertas sea la formación de nuestras espiras o vueltas de la vida, con más fuerzas podremos lanzarnos nuevamente a la situación inicial en la que estábamos antes de recibir ese peso.
Existe otro tipo de resorte mecánico, los de torsión (los que usan las trampas para ratas o las pinzas para colgar). Estos se caracterizan porque sus espiras o vueltas son cerradas, y están destinados a soportar esfuerzo por los dos extremos, de igual magnitud y en sentido contrario.
De esa forma les toca vivir a muchas personas, al recibir presión en el trabajo ya sea por mal ambiente, jefes mediocres, por condiciones de sueldos abusivas, por exceso de carga laboral, etcétera.

Por el otro extremo, al llegar a sus casas se encuentran mal ambiente de convivencia, problemas con la pareja o situaciones difíciles con los hijos, precariedad económica, etcétera.
En este tipo de resorte cuesta mantener ese esfuerzo por mucho tiempo, la propia estructura y la resistencia de las espiras, liberarán las fuerzas y el resorte tendrá su estado de reposo inicial, todo dependerá si las fuerzas dejan de ser paralelas, en el caso que se libere una de las fuerzas, la otra quedará liberada automáticamente.

Cualquiera que sea la situación que nos obligue actuar como un resorte, debemos tener esa capacidad de acumular las energías a las que nos sometan las fuerzas de los avatares de la vida, y saber disiparlas sin sufrir deformación.

Antes hablaba del saber vivir, el saber vivir tiene un ritmo, marcado por esas mismas fuerzas que nos hacen bajar y subir, que produce una cadencia que hace que nuestra vida suene como un gran arreglo sinfónico dividido en movimientos, cada uno con un tempo y estructura diferentes, o que nuestra vida suene como un reggaeton (reguetón) donde la base musical lo que le llaman el “Dem Bow” es la misma, el mismo ritmo de principio a fin.

Cada quien decide que ritmo seguir, porque algo seguro si que debemos tener, que la vida siempre nos dará presión, nos dará preocupación, nosotros decidimos también si nos quedamos con la preocupa o pasamos a la acción.

¿con cuál te queda?

Por Adolfo Nivar

Vivir como un resorte | Desde un lugar del planeta.

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