La vitamina C es un poderoso antioxidante, que previene el daño en el ADN de las células.
Los antioxidantes son sustancias que pueden proteger sus células contra los efectos de los radicales libres. Los radicales libres son moléculas producidas cuando el cuerpo degrada los alimentos o por la exposición ambiental al humo del tabaco y la radiación solar.
Previene el daño en el ADN de las células.
Otra función de la vitamina C contra el envejecimiento cutáneo, es la capacidad de aumentar la síntesis de colágeno, una proteína muy abundante en la piel que disminuye con los años, además es un blanqueador no irritante que al mismo tiempo reduce las líneas finas y las arrugas, minimiza el enrojecimiento y restaura la flexibilidad.
La vitamina C es importante para la piel, los huesos y el tejido conectivo. Promueve la curación y ayuda al cuerpo a absorber el hierro.
La vitamina C viene de las frutas y verduras. Buenas fuentes de esta vitamina incluyen los cítricos, los pimentones rojos y verdes, tomates, brócoli y las verduras de hoja verde. Algunos jugos y cereales tienen vitamina C adicional.
Algunas personas necesitan vitamina C extra:
Mujeres embarazadas o lactando
Fumadores
Personas recuperándose de una cirugía
Víctimas de quemaduras